martes, 19 de diciembre de 2006

PROJEKCT ONE:Live at the Jazz Café.
PAATOS: Kallocain.

King Crimson: La mejor banda de rock de todos los tiempos. Esta definición, que es más parecida a lo que algunos dicen de la biblia no aporta nada (tal vez por esta misma razón). Para algunos la mejor banda de rock de todos los tiempos es Yes y para otros es Intoxicados.
Además habiendolos definido como banda de rock habría que preguntarse dos cosas ¿que banda es King Crimson? Y ¿Qué es el rock para estos tipos?
Acá encontré el www.allmusic.com la lista de integrantes:
Bill Bruford - John Wetton - Keith Tippett - Gordon Haskell - Greg Lake - Trey Gunn - Boz Burrell - Mel Collins - David Cross - Robert Fripp - Michael Giles - Peter Giles - Tony Levin - Pat Mastelotto - Ian McDonald - Jamie Muir - Ian Wallace. Esto, que en el caso de otras bandas no sería más que una simple rotación de integrantes, en King Crimson se convierte en un cambio estético descomunal. Acá la idea primigenia que uno tiene del rock se vuelve grande o muy pequeña. Me quedo con la segunda opción. Más porque estos tipos no se alejan del rock con el viejo truco de “hacer de todo”. Eso confunde bastante incluso a quienes no debería confundir. Recuerdo haber ido alguna vez a una disquería en Av. Callao cuyo nombre era excesivamente similar al de la banda en cuestión y pregunté qué tal era el disco “The Construkction of Light”, del que había escuchado algo. El sujeto, en una actitud de poco homenaje a sus patrones (porque no dejo de insistir que tenía que ser un empleado) espetó “más de lo mismo”. Mi reacción no se hizo esperar: “dame dos”, contesté. Por supuesto, esto era una broma. Me fui y lo compré en un lugar donde tenían licencia para conducir disquería.
Fue justamente antes de este disco que la banda anduvo pivotando por los Projekcts, dando recitales obscenamente buenos, y retorciendo las cinco cabezas restantes (no hay que contar a bob) en experimentos que excluyeron según el caso a uno o más de los integrantes de la gloriosa epoca de Discipline, donde los dinosaurios Carmín no cedieron ante el meteorito de los 80 (soy un excelente poeta).
…y en el Projekct One falta Adrian Belew. (Es más, solo aparece en el projekct two tocando v-drums). La pregunta es ¿no será mucho? Sí, es mucho. Muchísimo. Es notable en qué se convierten estos extraterrestres cuando les falta el intérprete con este mundo (que dicho sea de paso también es de otro planeta). Cuando no está el maravilloso compositor de canciones, frontman, guitarrista y tipo que expresa con el cuerpo y la voz las infinitas nervaduras que tiene la banda, el que tiene que interpretarlos es uno. Es uno quien tiene que ir a buscar y entender que carajo están haciendo.
Pero no hay problema con esto. Si falta Adrian Belew lo primero que pensamos es que los integrantes del Projekct harán una ronda en el escenario y se olvidarán de que existe el público. Pues no. Por fortuna no es así. Ni siquiera Robert, viejo maniático y obsesivo sentado en su silla–ovni se olvida de que hay alguien del otro lado esperando algo de él. No hace falta verlos. Se escucha. Digamos que si hay algo hard en el mundo del rock es King Crimson. Siempre se dijo que lo que hacen es enfermo. Pues a mí siempre me pareció que en realidad es demasiado sano, no apto para mentes débiles o hedonistas. He leido y escuchado decenas de críticas refiriéndose a estos projekcts como algo menor, como si fuera sencillamente “un cúmulo de zapadas sin sentido, las cuales serán sistemáticamente aplaudidas por un ejército de bobos fanáticos y snobs que nunca escucharán el disco a solas”. Este tipo de observación, que sigue siendo menos nociva que la opuesta (“King Crimson saca un disco donde deja de lado que la experimentación para dedicarse a cosas más banales y blablablabla) omite categóricamente el concepto de equilibrio artístico, del genuino artista que piensa solo en sí mismo para poder pensar mejor en su público, leal y potencial. A quien no le interese esta banda, no le va a gustar nada que no pase cerca de sus oídos, y cualquiera de estas zapadas le va a parecer un robo. Por lo tanto no significa mucho decirles que la banda funciona maravillosamente sin su frontman, aunque sea otra cosa.

Cuando terminamos de escuchar esto, descorchamos y hablamos un rato acerca de la experiencia. Acá el ruido tenía que ver con la concepción de la música, no había nada de música concreta ni ruidos urbanos, ni cosas parecidas. Solo cuatro señores dispuestos a buscar un poco en sus instrumentos y en su interacción, cada vez mejor.

El disco siguiente fue bastante distinto. Paatos, una banda sueca de Art Rock cercano al progresivo bien helado ya tiene tres discos descomunales, uno de los cuales es Kallocain. Esta obra, que todos habíamos escuchado bastante, fue compartida esa misma noche y creó un clima algo distinto al generado por el riguroso arte de escuchar un projekct. En fin, fue puro placer.

Lo que nos quedó luego de casi una hora de música fue una sensación de que esta banda está injustamente criticada en el mundo del progresivo y en el mundo alternativo. Todos notamos sin embargo que la elaboración con que Paatos desarrolla sus obras es de un nivel superlativo, y adolecen de una fineza desmesurada que muchas veces los deja on the edge respecto del majestuoso parloteo de algunas grandes obras progres, el cual en gran parte me gusta aunque nunca pensé que fuera el eje del género. De lo contrario los Projekcts, (casualmente) serían tan progresivos como Nirvana.
Paatos es impactante por su lucidez, la complejidad que exhiben se nota poco, ya que la banda suena como si fuera un solo instrumento. Los temas que son más cortos que la media progresiva presentan en algunos casos una gran complejidad de texturas en la que es muy poco probable que pueda meterse alguna banda alternativa. Pero lo que mas impacta aparte de sus composiciones, es su cantante, Petronella. Una diosa nordica de dientes grandes y voz temiblemente angelical, que aporta la calidez que necesita este grupo humano para cautivar y terminar de convencer de que además de ser un ejercicio de armonías, la oscuridad que escuchamos también conmueve. Sensibilidad, eso es lo que tienen estos artistas, no una pose. De cuestiones ténicas y del ruido que proponene discutiré en otro momento