martes, 9 de enero de 2007

VARIOS ARTISTAS: THE NOISE & THE CITY

Este emprendimiento de músicos de todo el planeta está pura y exclusivamente dedicado al ruido. Y más específicamente al ruido de las ciudades.
Curiosamente este tipo de música, que ya no es experimental sino en todo caso poco comercial, no es algo que produzca irritación en las primeras escuchadas, y por momentos es entrañable. Y creo que su explicación está en un lugar similar a la explicación de la música hecha en forma tradicional. Es decir, lo tonal o lo modal, por ejemplo, son fácilmente tolerados, y luego se podrá hablar de gustos, orquestación que molesta, desafinaciones y otros etcéteras. ¿Por qué? Pues porque desde que nacemos estamos rodeados de música hecha con convencionalismos claros. Transpolando la idea, para alguien que nació en una megalópolis, los sonidos son parte irreductible de la banda de sonido diaria. He sabido de ratas de ciudad que, estando de vacaciones en un lugar silencioso o descampado, se despertaban por las noches sobresaltados por el silencio. Aquí el ruido urbano se equipara con la música más armoniosa y celestial, si es que este término significa algo.
Entonces alguien decide unir el mundo en un recorrido sonoro, y solicita a los músicos referidos que hagan algo con ruidos de sus ciudades de residencia.
El resultado es arrasador. No lo compartí con el Club del Ruido, tal vez porque la idea pasa por otro lado, tal vez lo haga en algún momento.
Pocas cosas resultan tan notables en el campo de lo experimental, pareciéndose más a una experiencia de laboratorio o un proceso de aprendizaje. Pero la idea de familiaridad sonora rescatada en este "viaje" logra que las más de 2 horas sean algo emotivo. Obviamente, estoy hablando de gente talentosa en el campo de la música electroacústica y afines.
Curiosamente, en este caso el trabajo con el ruido supera en su caracter narrativo, tensión y originalidad a todo lo que a veces aparece musicalmente. Es decir, en este caso no es el ruido que embellece o complementa al sonido, sino más bien a la inversa.
Y como si no hubiera tenido suficiente, se me ocurrió hacer una cruza apócrifa que para algunos debe significar un sacrilegio: Escuchar The Noise & The City con la radio 4 de la bbc de fondo.